sábado, 12 de abril de 2014

El corazón como una bomba

Hoy vamos a hablar sobre el corazón como una bomba de sangre. Cuando hable sobre diástole me estaré refiriendo a la relajación muscular de la cavidad del corazón sobre la cual esté hablando, por el otro lado, cuando hable sobre sístole, me estaré refiriendo a la contracción muscular de la cavidad del corazón sobre la cual esté hablando. Lo que describa estará pasando en ambos lados del corazón al mismo tiempo.

1) Tenemos una diástole auricular, en la cual está llegando sangre a ambas aurículas por medio de las venas cavas del lado izquierdo y la vena pulmonar del lado derecho. Tanto la válvula tricúspide como la mitral están cerradas, por lo que no pasa sangre a los ventrículos, aunque estos cuentan con un volumen residual del latido anterior. Las válvulas pulmonar y aórtica también se encuentran cerradas.

2) Sigue llegando sangre al corazón por medio de las venas mencionadas, pero ahora los ventrículos se encuentran también en diástole, por lo que las válvulas tricúspide y mitral ya están abiertas y permiten el paso de ésta. En esta fase ocurre el llenado pasivo de los ventrículos, pues la sangre llega sin necesidad de contracción cardíaca.

3) Tanto aurículas como ventrículos siguen en diástole, sigue el llenado pasivo, pero ahora es lento. Recientemente se ha mencionado que aunque no haya contracción alguna en los llenados pasivos, el hecho de que las aurículas se relajen provoca cierto grado de succión de sangre.

4) Ocurre la sístole auricular, esto asegura que no quede sangre en estas cavidades y que los ventrículos reciban la sangre necesaria.

5) Se cierran las válvulas tricúspide y mitral, provocando lo que se conoce como el primer ruido cardiaco, el cuál se usa como referencia para la evaluación clínica del buen funcionamiento del corazón. Los ventrículos se empiezan a contraer, pero las válvulas pulmonar y aórtica siguen cerradas, por lo que no sale del corazón. A esto se le conoce como contracción isovolumétrica (no hay cambios en el volumen de sangre que hay en los ventrículos). Cantidades mínimas de sangre llegan a las aurículas, pues se empiezan a relajar.

6) Se abren las válvulas pulmonar y aórtica, continúa la contracción ventricular, la sangre es expulsada. En cada contracción ventricular se expulsan alrededor de 70 ml de sangre y permanecen aproximadamente 50 ml en los ventrículos. Sigue llegando sangre a las aurículas, siguen relajándose.

7) Al salir la sangre, ejerce presión sobre las arterias, y cierta cantidad se regresa, esto provoca que las válvulas pulmonar y aórtica se cierren y se produzca el segundo ruido cardiaco. En este momento se da la diástole ventricuar, pero las válvulas tricúspide y mitral todavía no se abren, por lo que no llega sangre a los ventrículos, esto se conoce como relajación isovolumétrica. Después de este paso se reinicia el proceso.

Todo esto se conoce como ciclo cardiaco. Hay que tomar en cuenta que todo esto pasa en cuestión de menos de un segundo, pues en promedio, un corazón sano late 70 veces por minuto.

Si tomamos en cuenta que en cada latido salen 70 ml, y que esto ocurre 70 veces en un minuto, podemos deducir que en un minuto el corazón bombea 4,900 ml, a esto se le llama gasto cardiaco. El promedio de gasto cardiaco es, efectivamente, 4,900 ml por minuto.

Bibliografía:
Morton DA. Heart. In: Morton D, Foreman KB, Albertine K, editors. Gross Anatomy: The Big Picture. New York: McGraw-Hill Medical; 2011
  • Netter FAtlas De Anatomía Humana /. 5th ed. Barcelona: Elsevier Masson; 2011.



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